Los trabajos realizados en Arrasate (Mondragón) han ejecutado con éxito un importante proyecto de movimiento y movimiento de tierras, creando zanjas para la instalación de tuberías. El proyecto apuntaba a mejorar la infraestructura de la región, particularmente en términos de distribución de agua y gestión de alcantarillado. Esta ambiciosa empresa involucró una planificación cuidadosa, una ejecución eficiente y una estrecha coordinación entre varias partes interesadas.
El primer paso en este esfuerzo fue inspeccionar el área e identificar ubicaciones adecuadas para colocar las tuberías. Una vez que se determinaron estos puntos, se iniciaron los trabajos de excavación para crear zanjas que acomodarían las tuberías. Se utilizó equipo de última generación para garantizar la precisión y minimizar cualquier interrupción potencial de estructuras cercanas o hábitats naturales.
Durante todo el proceso, se mantuvo un estricto cumplimiento de los protocolos de seguridad para proteger tanto a los trabajadores en el sitio como a los residentes que viven cerca. El equipo empleó técnicas avanzadas, como sistemas de apuntalamiento de zanjas, para evitar el colapso del suelo durante las actividades de excavación.